Una pequeña historia, se dice que las primeras agendas, más parecidas a la que usamos actualmente, datan del siglo XVIII. No obstante, su origen es probable que venga de un tiempo anterior. Uno de sus antecedentes fue el almanaque, en donde de marcaban las festividades religiosas de la época y su estructura al tener cuadros daba a espacio a anotar eventos importantes de las familias.
Claro, no hay nada malo con no tener una agenda, tal vez no veas la necesidad de usar una, aunque no lo creas, hay personas en este mundo que pueden vivir una vida funcional sin olvidar ninguna actividad y no necesitan escribir las cosas que tienen que hacer. Tristemente para mi yo no soy ese tipo de persona. La mayoría de mis actividades requieren un horario, ya que no solo es mi tiempo, sino el tiempo y las actividades de mis clientes, así que lo más practico para mi es usar una agenda. Si tú eres parecida a mi te comparto unas ideas que me han ayudado a ser consistente al usar mi agenda.
1. Programa tus actividades
Tan pronto como algo sea bastante probable o este confirmado, anótalo en tu agenda, las probabilidades de olvidarlo y no anotarlo pueden altas si lo dejas para después.
Para ser consistente con tu agenda debes de estar dispuesta a usarla regularmente.
2. Has una lista pequeña de 2 o 3 actividades
Hacer una lista de actividades, solo dos o tres puede ser efectivo. Tener una lista de actividades en tu día te mantiene enfocada y activa ya que es un recordatorio visual de las actividades que ya realizaste y las que aún están pendientes y necesitan tu atención.
Algunas veces tenemos múltiples diligencias en un día, y las podemos recordar sin necesidad de escribirlas en nuestra agenda, sin embargo, hay otros pendientes que se van acumulando porque no los anotamos para cumplirlos y cuando nos damos cuenta ya tenemos muchos pendientes que aunque pequeños ya juntos se vuelven una carga muy pesada.
3. Prioridad a actividades que contribuyen a tu progreso
Cuando agregas una actividad a tu agenda, es un recordatorio de algo importante algo que debes tener en el radar para actuar cuando es el tiempo adecuado. Es necesario identificar el objetivo al agregar una tarea a tu agenda, que es lo que vas a lograr cuando la hayas completado. Siempre piensa como esas actividades contribuyen a lograr tus metas personales, profesionales y financieras. Poco a poco vas a ir identificando que actividades son realmente de provecho y productivas y cuales solo te consumen tiempo sin ningún beneficio.
Cuando identifiques estas actividades que solo te consumen tiempo y no aportan beneficios ve eliminándolas de tu vida. Se que puede ser muy difícil decir “no”, y más cuando las personas están acostumbradas a que siempre decimos que sí, muchas veces sin meditarlo. Simplemente no está en nuestra naturaleza negarnos. No te sientas mal poco a poco lo vas a lograr, y como en todo algunas veces vamos a ceder, siempre hay casos en los que simplemente no podemos negarnos, pero recuerda debe ser la excepción y no la regla.
4. Simple y funcional
No hay ninguna regla de cómo manejar tu agenda. Lo que sea que funcione para ti es lo que debes usar. Todas tenemos nuestras preferencias y somos diferentes de la misma forma la manera de organizarnos y de recordar actividades va a depender de nuestra personalidad y estilo de vida. Tú vas a decidir qué actividades si necesitas agendar y cuáles puedes organizar y tener presentes sin necesidad de escribirlas.
Siempre mantén tu agenda cerca, recuerda, si algo está fuera de la vista, está fuera de tu mente, así que tener tu agenda cerca te va a ayudar a utilizarla más plenamente y ser consistente con su uso. Mi consejo es que consigas una que pueda ir contigo a donde quiera que vayas. Las agendas vienen en todas formas, colores y tamaños, trata de encontrar una que pueda acomodarse en tu bolsa o mochila así siempre va a estar accesible y serás más consistente al usarla.
Encuentra una agenda que tenga las funciones que ocupas en este momento para tu estilo de vida, así vas a estar segura de que al usarla te va ayudar a mantenerte enfocada y productiva.
5. Mantén tu agenda visual
Las agendas aparte de ser una ayuda para organizarnos también son divertidas, se creativa con tu agenda. Recuerda que el objetivo de usar una agenda es ordenar tus actividades y hacer tu vida cotidiana más fácil. Para algunas resaltar usando marcadores del mismo color las actividades de la misma categoría les ayuda a tener más organización y conectar actividades por objetivo, mientras que para otras usar stickers o pegatinas lo hace más divertido y atractivo visualmente, otras prefieren el uso de diferentes colores de tinta para escribir, en fin las ideas pueden ser interminables así como la creatividad no tiene límites. Lo importante es que, si decides usar ayudas visuales para tu agenda sea algo que guste, practico y fácil de seguir así te motivara a siempre usar tu agenda.
6. Nunca debe ser una carga emocional
Siempre que planeamos, debemos tener un plan B en caso de que nuestros planes no salgan como lo esperamos. Siempre que tenemos un problema tenemos la oportunidad de corregir, así que no te de miedo prepararte por si las cosas no salen como lo planeaste originalmente. Teniendo esto en cuenta tu agenda debe ser algo que funcione para ayudarte y no estresarte, es una guía, pero no debe de ser una regla, no te presiones, si surgió algo imprevisto mueve tus actividades para otro día. No permitas que tu agenda sea una carga emocional en ningún momento.
La vida está en movimiento todo el tiempo y tiene sucesos que salen completamente de nuestro control, así que, si de repente no seguiste tu agenda por una semana, no te decepciones y encuentra la manera regresar a la normalidad y vuelve a usarla.
Cuéntame, ¿ya tienes tu agenda? ¿Cómo la usas para tu beneficio?